En sus
inicios el periódico se publicaba dos veces por semana -martes y viernes- en
una edición de cuarto de pliego de 500 ejemplares; años después se convertiría
en diario y en 2001, tras una crisis económica, en semanario. El Espectador, en formato
impreso, volvió a ser diario a partir del 11 de mayo de 2008.5 6 n. 3 En su primer número se definió a sí mismo como un periódico político, literario,
noticioso e industrial.4 No obstante, tras su conversión en semanario,
el periódico utiliza el eslogan comercial «la opinión es noticia», con
el que busca dar a entender que se centran en artículos de opinión y no en
noticias de última hora.
El periódico tiene una línea editorial que tiende a ser neutral,
autoproclamándose un periódico de «extremo centro»;10 afirmando ser un medio de
proposición y no de oposición.11 De igual modo, han tomado
la decisión editorial de no apoyar, en los últimos tiempos, a ningún candidato
presidencial, «como garantía de imparcialidad y juego limpio para sus
lectores y para sus propios periodistas».12
No obstante desde sus inicios
ha defendido ideas liberales, lo que le ha hecho confrontarse con los gobiernos de turno -al
defender postulados del Partido Liberal de Colombia- y con instituciones como la Iglesia Católica. Desde el 12 de noviembre de 1997, la mayoría
accionaria del diario está en manos del antiguo Grupo Industrial Bavaria
fundado por Julio Mario Santo Domingo, hoy Valórem.13
Revistas:
La
mayoría de estos artículos suelen ser resultado del trabajo de investigación de un historiador,
que comunica un aspecto parcial (monografía) o
un resumen de ella. En la actualidad, como en el resto de los artículos
científicos, se considera
conveniente comenzar con un abstract que
sintetiza breve mente su contenido y su ubicación en su campo de estudio
(idóneamente, se acompaña de la traducción del abstracto al inglés, y de una serie de palabras clave para facilitar su indexación),
aunque esta forma de presentación aún no es de uso general. También. La forma en que se realiza un artículo gráfico como
comunicación científica puede ser similar a la que se hace en un congreso, seminario o simposium, aunque de manera más formal y
sistemática a como se haría en un coloquio. De hecho, es
habitual que las comunicaciones orales leídas en un congreso se
publiquen posteriormente, o incluso estén disponibles previamente para su
discusión en él (la utilización de Internet es un vehículo muy utilizado en
estos casos). Por el contrario, un artículo se expresa de forma más sucinta,
concreta o provisional frente a la forma habitual en que lo haría el mismo
autor en un libro
de historia,3 donde se
exponen cuestiones de forma más extensa, y -habitualmente- general y definitiva
-o al menos, en un punto en el que el historiador ha dado por terminados trabajo-; o
de la forma en que lo haría en un ensayo en que, sin
necesidad de reflejar tan sistemáticamente el aparato crítico (referencias y notas de las fuentes utilizadas o de
los métodos usados para su obtención y procesado), se exponen de forma más
literaria o retórica ideas, opiniones y conclusiones propias del historiador
sobre un objeto más amplio y con una perspectiva más general.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario